La fuga sucede,
Dejando una serie de pequeños abandonos a su paso.
La mente se fuga antes que el cuerpo
El cuerpo solo espera una orden para ponerse en marcha.
Es una serie de mecanismos que pueden comenzar
simplemente con una pregunta
¿Y después qué?
Un fugado no tiene compañeros, tiene cómplices
Sus encuentros son furtivos e inesperados
Cada uno es señuelo y distracción del otro
La fuga es la noche del caminante
La sombra de un tigre agazapado y pétreo
Es el tiempo que se retuerce en tu ausencia
Es una mirada perdida y luminosa
Que jamás regresa
…
Fotos: Abel Vilches
Agradecemos a:
– Cal Pinyota y Vila del llibre de Bellprat
– Marina Sibérico
y a los fugados, que jamás volverán